30.12.16

Esta ventana.

“A esta altura de la noche las cosas se complican”.
Walter Volken.



Algo parece cambiar hay una 
verdad rasgada como un momento 
de inesperada belleza.
Es que a esta altura del año
las cosas se complican y salen
pensamientos envueltos en maderas
de silencio. La sensación de haberme
salvado de un cataclismo, un maremoto
la explosión de una garrafa. Amnesia
post traumática diría
el papel y todo esto
que soy ahora esta ventana
por donde miro alejarse las cosas
que no existen mientras arden
los huesos en palabras y los sueños
son de arena es casi
como entrever el destino en el fondo
de un vaso o al final
de un beso mantener
el equilibrio en la tormenta alumbrar
la noche con poemas preferir
la verdad por sobre todo
y aceptar
que a lo mejor no es tanta la soledad


29.12.16

Te voy a pedir el sol. (Blues)



“Yo, cuando pienso que algo es injusto y me siento un poco solo, el blues me sale mejor.”
Pappo


Cómo exigirte un indulto si no hay
condena todavía. Entonces
nena, te voy a pedir el sol
entiendo que es mucha la carga
y que tal vez digas que no de qué serviría
alumbrar una vieja madera que ya
no brota pero nena
te voy a pedir el sol
porque sé que lo llevás adentro
y te quema en el pecho y si quisieras
podrías incendiar toda la noche mientras
el resto de los mortales duermen
en la paz de sus hogares.
Por eso te voy a pedir el sol
aunque después vengan
las nubes y me quede más solo
que antes porque siempre
es mayor la soledad que la vez anterior.
Pero no importa nena
yo te voy a pedir el sol.


26.12.16

Siempre viene.



Íbamos
con el reflejo de tus ojos
y el manso perfume de tu noche
con la música en la sangre las palabras
en el aire la respiración agitada el humo
de tu cigarrillo y la bitácora
de mis derrotas.
El año llegando al final
y tus zapatos en la mano
cada cual con sus propias
cicatrices
y la gente buena en sus decentes
hogares de jardines brillosos.
Reíamos y algo se movía
íbamos
hacia el centro mismo de la tormenta
que siempre viene.


20.12.16

Tal vez este desastre.

Resisto. Tengo una herida. Desempeño un trabajo.
Este túnel negro por el que pasan en fogonazos
las pruebas,
Las pruebas, los síntomas, los rostros
perturbados.
Soy el centro de una atrocidad.
Silvia Plath.





Hace tiempo no me sentaba a escribirte es que
mis versos sedientos se detienen a beber
en los ríos que duelen y no te ofendas
pero hace rato que ya no me dolés.

En cambio la ciudad se está poniendo
turbia mucho odio
y mucho, pero mucho falso
brillo es diciembre también y salen
a cantar sus fanfarrias de felicidad
los falsos profetas del amor no hace
frío pero ya sabemos cuánto duele el hambre.


Y después yo
maldita autorreferencia
parado en el medio del ojo
de la tormenta soy
un inútil pedazo de carne
que late, siente y aguanta
en lo profundo de la noche reconozco
mi voraz, mínimo e íntimo monstruo
mi sangre que galopa en oscuros nubarrones
soy la bestia a la que tanto temo.



Tal vez este desastre se vaya con el olvido
o tal vez se quede, y sea mío para siempre.

Y si no te vuelvo a ver
felicidades.









13.12.16

Y si ellos son nosotros somos.



Para hacerle frente
con coraje a los que mienten
y ostentan poder, impune maldad
fariseos rostros sonrientes
que hábilmente muestran mientras
pisotean sueños chiquitos
humanos y frágiles

Para sus falsos ojos y sus certeros
golpes a veces no tengo nada
ni mis palabras de acústicas formas
ni versos como puñales de luz.

Engrosan las filas de la fiebre
los dolores reservados al silencio.

Pero hoy aparecieron la luna y vos
a preguntarme como estoy.

Entonces supe que a medida
que avance la noche no habrá
fantasma, bestia, orco
monstruo, asesino, tigre, caníbal
o sicario alguno que me pueda matar.

Un poema dice tu nombre
       y otro dice el mío
             y conversan del clima
                   de la risa de los árboles
                         y si ellos son nosotros somos.

He transformado en escudo la sangre
de las horas cuando el cielo
mostró su blanca guía y antes
tus palabras me preguntaron
¿Cómo estás?



7.12.16

Versión libre de la noche.





Una partícula de polvo flota en la luz
y el poema se me retuerce en las tripas
se me escapa por la oscuridad
laberíntica de la noche
y el eco de una gota en el cántaro
eco de todas las gotas en todos
los cántaros traspasa las horas y llega
a mis oídos, tendría
que escribir pero ahora
que no hay insomnio ni monstruos ni violencia
prefiero dormir y soñar
con una partícula de polvo que flota
mientras yo digo el laberinto y la noche
y los diarios de mañana que está bien
robar al que roba
matar al que mata
pero jamás escribir al que escribe
es caótico el mundo
lleno de mentira y falsos
rostros que ahora no veo
porque duermo y sueño con una
partícula de polvo que flota en el eco
de una gota en el cántaro
laberíntico de la noche mientras yo digo
no, yo no digo
el poema dice
que debe ser escrito ahora
aunque no haya insomnio.
En realidad el poema dice
y yo traduzco mientras sueño
que una partícula de polvo flota en la luz.


28.11.16

A usted.


A usted
que de tanto
bailar sabe bien
qué cosa es la música. Usted
que de tanto parirla
sabe bien
qué cosa es la belleza.

A cuidarse de las puertas
cerradas de adentro
con trabas de miedo.

4.11.16

Como si no estuviésemos malditos.



En sincronía con el giro
previsible de los acontecimientos
solo podemos
aferrarnos a la verdad
la que ya está dicha
la que alguien vendrá a decir
la que callaremos por
pudor o por principios

tus ojos y tu voz
el preciso mapa de la belleza
un fresno grandote
en la vereda
tus luchas graves
mi estúpido y feroz miedo
a la humanidad los desfasajes
emocionales el destino
contrahecho los martes
de lluvia
la vida
sangrando y latiendo

quiero estirar
mi mano agarrar
tu mano salir
de la ciudad un par de días
llevarte al cine
perder el colectivo
sentarnos a mirar la noche
como si no estuviésemos malditos
ni enojados ni tristes
ni solos.



26.10.16

Ella dice la tristeza.



Ella dice la tristeza
el cielo gris
y mis murallas ya no contienen nada
inútiles olvidan mis ejércitos
sus deberes y se baten
en tropel de retirada
arrasan las reservas del invierno
acusan inclementes
por traidora a la tibia
madrugada que me trae
los últimos temblores. Ella dice
la tristeza el cielo gris
me voy.
Y mi voz quemada
ya no sabe contestar:
hasta mañana.

17.10.16

Donde vienen creciendo.



Entonces fue dejarnos
caer nuestra única 
forma coherente de salvarnos.
Para aquellos que luchan
batallas que ya saben
perdidas no habrá
jamás posible feroz
amenaza ni tampoco
ilusoria promesa de lejano
paraíso feliz.
Caer leve hasta lo más
recóndito de nuestra 
efímera y feroz
existencia y alumbrar
con el incendio de nuestros
huesos las húmedas
paredes del espacio donde
vienen creciendo los versos.



13.10.16

Lo que hay que dar.



Darle al poema
lo que el poema pide
a la vida lo que la vida exige
a la libertad las
alas el corazón a los afectos
al duende
del vino las estrellas
a los cuatro
elementos cada verso
tejido entre banderas
milenarias de lucha
al futuro el coraje
al cielo, brillante
una wiphala
a tus ojos todo
lo que tengo
a la resistencia la ternura
la sangre a los sueños
a los chupamedias de turno
la nausea que provocan
y a los poderosos
ni la espalda
ni la hora.

7.9.16

Oficio de hilar.



Hilar palabras
tuberías ceremonias aromas
especiados que transitan
la mañana trashumarlos
en formas de viento o de canción.

Unir con tinta
azul oscura los
lunares de los cuerpos al sol
formando mapas territorios
nuevos desconocidos habitables.

Amar siempre incluso
en la muerte inevitable aún
después del olvido y cuando llega
la noche con la sangre
y el vino entregar
estos versos mínimos a la tierra.

31.8.16

Vidalita del Brasil.



Brasil decime que se siente
¡Vidalitay!
que te hayan caído
sesenta y un monstruos
con tentáculos
de pantallas y titulares.

Hermano Brasil cómo nos duele
¡Vidalitay!
tu dolor agudo
el desamparo de tus
colgantes favelas donde
crecen el hambre
la belleza y los feroces
laterales izquierdos.
Porque todos los pueblos
son un pueblo
hermano Brasil
no me cuentes, yo lo siento.

El eco de los vencidos va recorriendo
un continente neo colonizado
y en el profundo estremecimiento
de tus selvas, tus montañas
tus playas, tus
bestias de sangre se presiente
la  tristeza. ¡Vidalitay!

Y tal vez esta noche cuando
salga la luna ¡Vidalitay!
la serpiente de agua que
te recorre llore
el llanto de tu pueblo
que es el llanto de todos los pueblos.

¡Vidalitay!



8.8.16

La visita.




Cuando pasa por la puerta
su sonrisa es el lazo
embravecido de la tarde girando
como gira el universo y espantando
con su giro fraternal a los fantasmas.

El sol entonces une
con la amistad su fuego incomparable
de tibieza y son pájaros libres los minutos
que transcurren como luz
en las veredas.

El duende del alcohol ronda la casa
por la ventana entra junto con la tarde
las canciones y el vino fuerzan a que huyan
al oscuro territorio del olvido
las tristezas.




A Virginia Volken.

A veces pasa que...



La luz que flota oblicua
en los límites del día nos devuelve
feroz al plano de estar
vivos y los dolientes
clavos de la tarde tararean serenatas
que amaderan el sabor del olvido.

Fortalezas de brazos y estentóreas
carcajadas  que son más que un anuncio
de la forma estival, una promesa.

El fuego es un milagro desatado
la noche paz en la tormenta
el vino cicatriz dentro del pecho
el sol una esperanza. Su sonrisa
nada menos
que un buen recuerdo.


5.7.16

Estos días del invierno.


Andando tal vez
por estas sombras el
día de grises agradezca
el sol que está saliendo
en otra parte del mundo

¿Cómo hacer si no podemos
nombrar nuestro llanto?
¿Cómo ver
la esperanza la
ternura diaria
la fe?

De tu corazón sé
que el viento sur
le dejó aromas de
distancia y miel
de tardes con molinos
pájaros
y vida de árbol.

Un sueño se acuna
tal vez veamos
el futuro crecer.
Entre los cables y el
cemento vos
en el camino que va
a la vieja fábrica
yo.

Nos quieren matar
de miedo y soledad.




10.6.16

Los cuerpos que suceden.



Hace un segundo todo
acaba de suceder todo
sigue su curso y en un
micro segundo acaba.

Los cíclicos estados del aire
la renovación constante
de la tierra
La anatomía poética
de los versos del cuerpo
y los cuerpos que hacen poesía
el hecho político de la sangre
y la carne los
huesos la saliva
sobre la saliva.

El temblor del latido
un segundo
que terminó
hace un segundo.

Hace un segundo todo
acaba de suceder.




30.5.16

Los versos de la soledad. (Canción para el final de un wéstern)




Indicaciones:
La cámara debe alejarse, abriendo el plano, hasta que el atardecer sea un incendio sobre el Misisipi. O sobre el Paraná.





Conozco los versos de la soledad
son esos que llegan a deshoras
rengos, a contratiempo
rompiendo a cada rato
la armónica dicotomía
de sístole y de diástole
torcidos y distorsionados
como si sangraran
de alcoholes pendencieros
como una cucaracha entre las bolsas de plástico
como un moretón desconocido
un accidente ferroviario
un animal muerto enterrado en el barro
un lejano fenómeno de la física
un panal de abejas incendiado
una mañana de sol en la memoria.

Una casa atravesada
de balazos
y la luz colándose
por los agujeros perfectos
y redondos
que dejó el plomo.



13.5.16

Benzodiazepina blues.


Los siguientes versos me fueron dictados en silencio por unas voces rasposas y tiernas, una noche del verano pasado, entre discos y vinos. Después se fueron apagando, despacito, hasta desaparecer en el tiempo.



“Se muere escuchando el noticiero
donde cuentan cómo le dan caza…”
Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota

Te hiponotizan te duermen
te requisan te divisan te dividen
te desconectan-conectan-desconectan
ahora te prendo ahora te apago
te acarician te soportan te mantienen
te sedientan te maltrechan te sostienen
te ofertan te venden te saturan
te investigan te manipulan te vigilan
te compran te destruyen
te salvan te construyen
te nublan te envuelven te burlan
te mienten te ocultan te ignoran
te suspenden te desgastan te aniquilan
te seducen te desprecian te culpan
te absuelven te alquilan te desnutren
te mambean te levantan te actualizan
te descargan te transfieren
te borran te implantan te rehacen
te dejan huellas
te buscan y te encuentran.
Te necesitan.


10.5.16

Cicatrices.

"Un amigo me dice
que los poetas
tenemos una rara condición:
como los moretones
aparecemos después de los golpes."
Estela Figueroa.

Todas las cosas un límite
y no el cielo, ya no
pero si el dolor
si tuviéramos, y que no vuelva
un alma, podríamos
atarla a un par, y que no vuelva 
de negros pájaros 
pero es tanta la tierra
y todo lo que llora en los terrones.
Todas las cosas un límite
uno mismo las 
cicatrices y ya tan 
chiquito el corazón. 


24.4.16

La cura.




Huele a té negro la casa
a limón, miel, canela
mirra, palosanto y albahaca
afuera el pueblo
reposa tendido y gris su siesta.
Teníamos un jardín…
¿Teníamos un jardín?
Si fuese tan fácil
como a esta casa
curar a este país
con especias y tibieza
pero es oscuro el futuro
y la fiebre
no da tregua en la batalla.

Hace un tiempo ya
se dio a la fuga la ternura
recuerdo cómo le brillaban los ojos
entre el verde de los sauces de febrero
y después
de repente
el vacío.
Si fuese tan fácil
curar la ausencia
con aromas y visitas
pero son épocas de resistir
y esperar que afloje
el temporal baje
la fiebre, despierte
este país y a lo mejor,
entre esas cosas
regrese la ternura.





18.4.16

Hace dieciocho días que llueve.



Podría olvidarme de todo 
dejar para otras horas las quejas
poner un disco de tango
preparar café
y dedicarme a mirarte
como ese día
del otro lado del vidrio
tus ojos claritos contra todo lo gris.

Y no prestarle atención a las canaletas
y su ruido de brujas
a este otoño maldito
que no detiene
su derrotero de agua, penuria
y pájaros mudos de miedo.

Podría olvidarme de todo
soñar con frescos
días soleados que nos devuelvan
la fe y el olor a limpio
de la ropa colgada en el patio
y tal vez
dedicarme a quererte
o solamente
a mirarte pero hace
dieciocho 
días que llueve
y uno va perdiendo las esperanzas.





11.4.16

Hace diez días que llueve.


Hace diez días que llueve
todos somos
un poco
Isabel viendo llover en Macondo
y también
los bichitos de la humedad
que se comen los recuerdos
y las patas de madera
de la mesa de la galería
y los teros gritones
y las gotas diminutas
que resbalan apenas
por los bordes de las celosías.

Hace diez días que llueve
y nadie viene a salvarnos
la ropa mojada en la soga del patio
los caracoles, los sapos
los perros con las patas
llenas de barro
saben más que nosotros
del futuro.

Y a la noche el techo de chapa
bajito canta
su canción llorada.

El fondo de todo es el silencio.
Somos también
nosotros
el tiempo que nos transcurre.