26.12.16

Siempre viene.



Íbamos
con el reflejo de tus ojos
y el manso perfume de tu noche
con la música en la sangre las palabras
en el aire la respiración agitada el humo
de tu cigarrillo y la bitácora
de mis derrotas.
El año llegando al final
y tus zapatos en la mano
cada cual con sus propias
cicatrices
y la gente buena en sus decentes
hogares de jardines brillosos.
Reíamos y algo se movía
íbamos
hacia el centro mismo de la tormenta
que siempre viene.


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