Lo que callamos en algún momento
lo que vinimos a decir desde el principio
cuando el agua era agua y viento el viento
lo diremos, tal vez, en otro sitio.
Detrás de la tormenta ya pasada
se vislumbra un frágil firmamento
¿Qué otras manos empuñaran tu espada?
¿Qué otra boca exhalará mi aliento?
Hoy, entre mis últimos fantasmas
se asoman los ojos de la calma
Y parece alumbrar la tenue paz.
Yo, que nunca pude con mi mismo
Yo, que miré en todos los abismos
Yo que nunca supe, si vienes o te vas.