Resisto.
Tengo una herida. Desempeño un trabajo.
Este
túnel negro por el que pasan en fogonazos
las
pruebas,
Las
pruebas, los síntomas, los rostros
perturbados.
Soy
el centro de una atrocidad.
Silvia
Plath.
Hace tiempo no me sentaba a escribirte
es que
mis versos sedientos se detienen a beber
en los ríos que duelen y no te ofendas
pero hace rato que ya no me dolés.
En cambio la ciudad se está poniendo
turbia mucho odio
y mucho, pero mucho falso
brillo es diciembre también y salen
a cantar sus fanfarrias de felicidad
los falsos profetas del amor no hace
frío pero ya sabemos cuánto duele el
hambre.
Y después yo
maldita autorreferencia
parado en el medio del ojo
de la tormenta soy
un inútil pedazo de carne
que late, siente y aguanta
en lo profundo de la noche reconozco
mi voraz, mínimo e íntimo monstruo
mi sangre que galopa en oscuros
nubarrones
soy la bestia a la que tanto temo.
Tal vez este desastre se vaya con el
olvido
o tal vez se quede, y sea mío para siempre.
Y si no te vuelvo a ver
felicidades.
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