Los veo
cada mañana
pasar
caminando,
en auto,
en bicicleta,
en moto.
Los cruzo
en el supermercado
y ahí, más de cerca
puedo apreciar
sus rostros
iguales todos,
iguales al mío.
Tristes
como un tuareg
que sucumbió
a los placeres del confort.
Tristísimos
como un perro
abandonado
la noche de año nuevo.
Un instante de primavera
Hace 21 horas
Es una imagen muy triste, Un abrazo.
ResponderEliminarSomos gente, no personas. Y estamos tristes.
ResponderEliminarQué bello.