Duro es el oficio del silencio
porque hay que decir
a gritos
todas las injusticias
y nombrar todas
las cosas bellas
y al fin caer
en la tentación
de querer explicar
de que se trata
esa sustancia mitad violeta
mitad amarilla
que chorrea para adentro
y te acolchona el alma
cuando te está naciendo un poema.
Duro es el oficio del silencio
y terrible el oficio de la palabra.
Pues sí estoy de acurdo contigo, es muy duro, igual de duro que el de la palabra, coincido contigo en todo.
ResponderEliminarBesos¡¡