Existen días en los que necesito sacarte, arrastrarte conmigo lejos de tanto gris, de tanto insomnio y desventura.
Escapar de tan ruidoso infierno de metales y cataclismos es un acto de fe.
Apretar tu mano y correr es como observar el mundo sin desperdiciar ni un milímetro de ojos.
Es tan extraño como extraño el cielo.
NADIE LO HARÁ COMO TÚ
Hace 10 horas
...no sabes como te entiendo...agarra su mano y no te sueltes.
ResponderEliminarQué difíciles esos días...
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