18.4.16

Hace dieciocho días que llueve.



Podría olvidarme de todo 
dejar para otras horas las quejas
poner un disco de tango
preparar café
y dedicarme a mirarte
como ese día
del otro lado del vidrio
tus ojos claritos contra todo lo gris.

Y no prestarle atención a las canaletas
y su ruido de brujas
a este otoño maldito
que no detiene
su derrotero de agua, penuria
y pájaros mudos de miedo.

Podría olvidarme de todo
soñar con frescos
días soleados que nos devuelvan
la fe y el olor a limpio
de la ropa colgada en el patio
y tal vez
dedicarme a quererte
o solamente
a mirarte pero hace
dieciocho 
días que llueve
y uno va perdiendo las esperanzas.





1 comentario:

  1. Ya es mucho. No digo que sea suficiente como para perder las esperanzas... pero casi!
    =(
    Saludos mojados

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