(a mi amiga Vale, por exigente, por constante)
Aturde el sol en la tarde
pedacito de ángel
de etílico plumaje
exiliado del nido
de la luz, ausente.
Nadie pregunta,
nadie busca
mis ojos son testigos
de ese sol, de esa tarde
pero solo soy
sangre y tinta
y una pena chiquita
que escribe.
espero que esa pena chiquita muriera con el sol...
ResponderEliminarGracias Lucía, por el comentario y por los buenos deseos.
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